CARRERA: Gran Premio de Bahréin 2013

SEB LO HACE FÁCIL

Las carreras se suceden, el Circo viaja a toda velocidad entre países y culturas, los golpes se suceden... pero en el fondo todo sigue igual. El tricampeón, el piloto que quiere marcar una era, un tal Sebastian Vettel, ha vuelto a lo más alto del podio tras el sinsabor de China. No ha sido sencillo, pero eso es lo que ha parecido. La grandeza a veces reside en hacer fácil lo difícil. Y en eso Seb es un experto.

Hemos vivido una brutal carrera en Sakhir. A pesar de los endurecidos Pirelli, hemos vuelto a ver un magnífico Gran Premio. Todos los focos se situaban en Alonso y Vettel, Vettel y Alonso. Ambos pilotos, tal vez en contra de los que algunos esperaban, están siendo los que dominan esta década. Ellos están escribiendo una gloriosa etapa de este deporte, con carreras por fin con acción en pista desde hacía muchos años, y es de esperar que el Mundial 2013 sea cosa de ellos dos, con permiso del señor Räikkönen. Así, era normal que todos prestasen atención al dúo de súperclases, a pesar de que eso conllevaba obivar al brillante poleman, Nico Rosberg. Con Kimi y Hamilton hundidos en parrilla, parecía que todo iba a estar entre ellos.

Los semáforos se apagaron, y una vez más Fernando reaccionó brillantemente. Pero para su desgracia, Seb y Nico lo hicieron igual de bien y todo se decidiría en la frenada de la curva 1. Diseñada por Hermann Tilke para ayudar a la acción en la primera vuelta, toda esta zona inicial iba a ser trepidante. Alonso, en su clásica maniobra por el exterior, frenó 10 metros más tarde que Vettel y le pasó. Incluso llegó a emparejarse con Rosberg, pero el Mercedes se hizo grande y no dio opción al asturiano. Ese fue el momento de Vettel. Buscó la opción para la curva 4, pero el tricampeón sabía lo que hacía. Dejó que el nº 3 frenase sobre las virutas del interior, buscó la salida por dentro y apretó el poco KERS que se guardó para emparejarse con Fernando y tener el lado bueno para la siguiente curva. Un adelantamiento tremendamente inteligente, y que parecía crucial para el desarrollo de la carrera.

Poco después se merendó a Rosberg, y dejaba el "muerto" para Fernando, pero el español pronto dejaría de ser un desafío. Tras 3 temporadas de fiabilidad prácticamente perfecta en la casa italiana con el coche de Fer (el abandono en Malasia 2010 y la Q3 de Italia 2012 han sido los únicos fallos mecánicos, por parte de los 7 problemas que ha tenido Vettel con su RB en el mismo período), apareció un inoportuno problema con el sistema del DRS, incapaz de cerrarse. El inmenso talento del español hizo el resto, al ser capaz de conducir durante 2 vueltas con un coche que prácticamente generaba sustentación en su parte trasera sin salirse en ningún momento de la pista, y a un ritmo bastante aceptable. Pero, obviamente, ese alerón no sólo era peligroso, sino que tal vez no fuese legal. Al menos, no tuvo la mala suerte de Schumacher en Canadá 2012, cuando el DRS se le quedó clavado y en boxes no se lo pudieron bajar. Los mecánicos de Ferrari no tuvieron más que moverlo sin mucha oposición para corregirlo.

Pero un error (y de esos sí que ha tenido Ferrari en estos 3 años) entre equipo y piloto provocó otra parada más. En la primera zona de DRS, la de la recta de atrás, Fernando volvió a apretar el botón, pero el sistema falló una vez más. Tal vez un enfoque más prudente habría evitado perder todo ese tiempo, y se podría haber luchado por la victoria. Pero el caso es que ahora todo estaba muy complicado, y Vettel arriba hacía una carrera sin tacha. Por nuestra parte, entendemos todo este incidente como una metáfora de la discutible aportación del DRS a la F1. Hay más adelantamientos, sí, pero a veces éstos se convierten en meros rebasamientos en plena recta, simplemente apretando un botón, y eso no es lucha ni épica ni pasión ni, en definitiva, Fórmula 1.

No obstante, al César lo que es del César. Aunque sea a base de adelantamientos artificiales, hay que decir que hoy el DRS ha sido uno más de los ingredientes que han propiciado una carrera, como decíamos, memorable. Los pilotos que corrían a 2 paradas (Räikkönen, Di Resta) han tenido un domingo ciertamente anodino, sin poder meterse en luchas. Los que han ido a 3 se lo han pasado bomba, con increíbles luchas en todas las curvas, incluyendo maniobras fuera de zonas de DRS que han puesto los pelos de punta. Los Mercedes han sido chicanes móviles durante buena parte de la carrera, y han provocado algunos tapones que han ayudado a aglomerar a varios pilotos. Los McLaren, los propios Mercedes, Massa (mientras no estaba pinchando nada menos que dos neumáticos traseros derechos), Grosjean y Webber se disputaron las posiciones a cuchillo.

Precisamente el duelo entre los chicos de Woking fue apoteósico. Ambos lucharon por la P7 antes de la primera parada, y más adelante volvieron a encontrarse cuando, tras el baile de paradas, el mexicano salió por delante de Jenson. Ambos comenzaron a deshacerse del paquete casi al unísono (Rosberg, Hülkenberg...), y a media carrera el de Frome pasó a Sergio gracias al DRS. No obstante, éste no se rindió y apretó en los giros siguientes. En la vuelta 30, Pérez pasó a Button en la curva 1 y éste le repasó en la recta siguiente, con Pérez tocándose con la parte trasera de su compañero y perdiendo parte del alerón. Por detrás, Grosjean venía a toda máquina pasando a un vendido Rosberg, y mientras tanto los McLaren volvían a luchar en la curva 4. Pérez se iba por fuera de la pista, sin que Button le diese un centímetro de espacio, y poco después Grosjean adelantó a ambos con facilidad.

En cabeza, Seb conducía con facilidad. Una estrategia perfecta a 3 paradas, sin degradación de neumáticos (para desesperación de los que no entendimos el repentino cambio de neumáticos de Pirelli para Bahrein) y con un coche muy veloz. La acción venía por detrás. Un increíble Paul di Resta fue segundo durante gran parte de la carrera, a 2 paradas, pero Kimi, con estrategia similar, venía por detrás mucho más rápido (con una mejor gestión de gomas) y pasó al Force India, sin oposición del escocés, para conseguir la 2ª posición.

Romain Grosjean se distanció del grupito al pasar a Webber y éste, que parecía hasta con opciones de poder completar un genial doblete Red Bull, cayó y se unió al mismo. Lewis Hamilton apareció casi de la nada para adelantar a Button y se fue a la caza de Webber, confirmando que el Mercedes parecía un coche bastante competitivo con poca gasolina (léase calificación) y un hierro de cuidado con los tanques llenos. Por detrás, Pérez volvió a encontrarse con su compañero, y realizó una gran maniobra en la curva 4 para sobrepasarle. Alonso, que no perdona, aprovechó el barullo para colarse a Jenson en una excepcional maniobra en la curva 8. Poco después, el asturiano pasó a Pérez y se colocaba en una memorable séptima posición, tras salir 18º de su segunda parada, y sin DRS.

La carrera seguía dispuesta a acelerarnos el pulso. Grosjean, en una actuación que necesitaba para acallar las críticas que han empezado a surgir, pasó con facilidad a un Di Resta por la 3ª posición, dejando al escocés (y a Force India) sin podio. Parece increíble que la escudería de Vijay Mallya, a pesar de haber contado con un coche competitivo y con pilotos capaces de aprovecharse de carreras locas (por ejemplo, la exhibición de Hülkenberg en Interlagos el pasado año), no haya podido subir al cajón desde 2009. Una especie de maldición, pero al menos el 4º puesto del escocés suponen unos buenos puntos para una escudería cuyo dueño no atraviesa por un gran momento financiero. Unos largos más atrás, Hamilton se divertía con Webber, pasando al australiano y luego perdiendo de nuevo la posición. Y algo más atrás, Pérez le devolvía la jugada a Alonso con una pasada de libro.

Todo se decidiría en la última vuelta para Hamilton, como el domingo anterior. Esta vez, él era el adelantador, y nuevamente el éxito fue para el Mercedes, al pasar en una gran frenada a Webber. Mark, con los neumáticos acabados, fue pasado incluso por Pérez a la salida de la curva 4, que hoy ha deparado más acción incluso de la que esperábamos. Pero la carrera no daba más de sí, y Alonso no pudo aprovecharse del bajón del australiano.

Es paradójico que una carrera tan trepidante, disputada y variada haya sido ganada por alguien que no se metió en ningún lío desde la segunda vuelta, con una estrategia clásica, de manual, y con una perfección rayana en el aburrimiento. Pero la F1 es así. La brillante victoria de Seb Vettel no será tan comentada como todo lo que ocurrió detrás, pero en los libros aparecerá su cara, sonriente, con el trofeo de ganador. El siguiente episodio, en Barcelona. Allí nos vemos.

 RESULTADOS DE LA CARRERA

1º S VETTEL (RED BULL) 1:36:00.498
2º K Räikkönen (Lotus) +9.1
3º R Grosjean (Lotus) +19.5
4º P di Resta (Force India) +21.7
5º L Hamilton (Mercedes) +35.2
6º S Pérez (McLaren) +35.9
7º M Webber (Red Bull) +37.2
8º F Alonso (Ferrari) +37.5
9º N Rosberg (Mercedes) +41.1
10º J Button (McLaren) +46.6
11º P Maldonado (Williams) +66.4
12º N Hülkenberg (Sauber) +72.9
13º A Sutil (Force India) +76.7
14º V Bottas (Williams) +81.5
15º F Massa (Ferrari) +86.3
16º D Ricciardo (Toro Rosso) 1 vuelta
17º C Pic (Caterham) 1 vuelta
18º E Gutiérrez (Sauber) 1 vuelta
19º J Bianchi (Marussia) 1 vuelta
20º M Chilton (Marussia) 1 vuelta
21º G van der Garde (Caterham) 1 vuelta

R J Vergne (Toro Rosso) Daños por accidente / Vuelta 17


Vuelta rápida: S Vettel. 1:36.961. Vuelta 55.


CAMPEONATO DE PILOTOS 
CAMPEONATO DE CONSTRUCTORES