domingo, 8 de septiembre de 2013

CARRERA: Gran Premio de Italia 2013


SEB, IMPARABLE



Las carreras pasan, el Gran Circo visita distintos escenarios, pero todo sigue igual. Da igual que la pista sea lenta, que rápida, que con muchas curvas o con pocas. Lo cierto es que Sebastian Vettel siempre está en punta, y eso sólo puede suponer que, a 7 citas del final, la lucha por el campeonato del mundo se está reduciendo cada vez más. La ventaja de Seb con respecto al segundo clasificado, don Fernando Alonso, es de 53 puntos. Más de 2 Grandes Premios. El resto ya se ha convertido en mera actuación secundaria.

Hasta aquí, los hechos. ¿Pero por qué? ¿Cómo es posible que Vettel gane con tanta facilidad en un escenario en el que a priori todo está en su contra? Tal vez eso habría que preguntárselo al equipo de diseño de Red Bull, liderado por el excelente Adrian Newey. Cuán diferente hubiera sido la historia de la Fórmula 1 si en esos años 2003-2004 hubiera decidido pasarse a la Copa América de vela, uno de sus grandes alicientes. Pero no hay que quitar un ápice de mérito a todo el equipo aerodinámico de Milton Keynes. Adrian es sólo la cara que todos vemos en el muro, pero detrás de él se cuecen todas las mejoras que el formidable RB9 implemente carrera tras carrera. El espectacular alerón delantero de Monza es sólo la última muestra.

Y a bordo de ese bólido azul marino va un piloto de 26 años que está en disposición de ganar su cuarto título mundial, si nada se tuerce sobremanera en las próximas carreras. Y, la verdad, resulta hasta cierto punto incomprensible por qué recibe abucheos en la mayoría de podios a los que sube. Detrás de los bastidores siempre se ha presentado como una persona graciosa y afable, si bien su actitud con Mark Webber en Malasia puede que hundiera su imagen de cara al público. Igualmente, silbar a Seb por ello sería realmente cínico por una afición que, en el caso particular de Monza, adora a Fernando Alonso, involucrado en polémicos casos como Singapur 2008 o Alemania 2010, por no hablar de las innumerables críticas y acusaciones a la propia Ferrari en 2005-06. Pero esto es aplicable a cualquier piloto grande, sea Vettel, Alonso, Hamilton y sus constantes críticas a la estrategia del equipo McLaren cuando conducía para ellos, Räikkönen con su particular visión de las reuniones técnicas y su relación con sus ingenieros, etcétera.

¿Le silban, acaso, por ser el protagonista de una película aburrida que llevamos viendo 4 años (de nuevo con cierto cinismo, pues Ferrari y Schumacher protagonizaron un lustro de gloria, tan merecida como previsible)? Sí, es cierto que las carreras han bajado de nivel en las últimas semanas y que ver a Seb siempre arriba puede aburrir al aficionado de a pie. Pero eso en el fondo no es culpa del alemán. Él hace lo que se le pide: ganar. Se le podrá acusar (con algo de desconocimiento por otra parte) de no saber vencer sin un coche superior, pero siempre que tiene el mejor coche gana, fiabilidad mediante, y eso es algo que por suerte o por desgracia ha tenido en estos años durante la mayor parte del tiempo.

Y desde luego eso de ganar desde la pole con el mejor coche se le da de fábula (¿y a quién no?). Hoy en Italia hemos tenido una nueva entrega. Con Seb en P1 y Webber a su lado, y Fernando 5º, la salida era pan comido. Vigilar el semáforo, controlar revoluciones y soltar el embrague en un punto aceptable. Fácil decirlo, y para Seb fácil hacerlo. Junto con Alonso, son los dos únicos pilotos que han salido de todas las primeras vueltas sin perder posición. Y en Monza no iba a ser menos. Vettel se dirigió a la primera frenada por delante de un fantástico Massa, que había superado a Webber en la arrancada, y al sorprendente Hülkenberg. No había necesidad de frenar en el último metro disponible, pero con Felipe recordando su maniobra en la salida de 2012, y por supuesto sabiendo lo bien que le vendría para su futuro inquietar lo máximo posible a Vettel, Seb se la jugó. Seleccionó un punto de frenada tal vez 5 metros más allá de lo recomendable... y enseguida lo lamentó. Con la larguísima zona a fondo entre las curvas 2 y 4, el alemán no sólo tenía que conseguir mantener el coche en el asfalto, sino encima tocar el vértice en la curva 1 para no perder aceleración. La única opción era una blocada salvaje y meter un inevitable plano. Dicho y hecho.



Tras 3 dentelladas a su Pirelli delantero derecho, Vettel pasó por el ápice de la primera curva como quien va en la vuelta de honor. Por detrás, el caos. Räikkönen se tocó con Pérez, obligando al mexicano a irse recto, y más adelante Di Resta, muy colado, chocó con Grosjean. El escocés se llevó la peor parte y rompió en el acto la suspensión delantera izquierda. Tercera vez consecutiva que el escocés no ve la bandera a cuadros, y además se ha llevado una reprimenda por las molestias. Las causadas a Grosjean, se entiende.

Fernando Alonso, que había pasado a Hülkenberg en la arrancada, dio el máximo para intentar adelantar a Webber, y encontró el premio en la segunda chicane. La maniobra fue al límite, pero Mark no quiso jugar sucio. Nadie le habría reprochado nada si hubiera disimulado que entraba colado y obligaba al español a saltarse la chicane, pero le dio el espacio suficiente a Fer por el exterior. P3. Más adelante, Massa era una presa muy fácil, y en la vuelta 8 pasó muy fácilmente al brasileño. Si Fernando quería rubricar su Gran Premio con un adelantamiento a Vettel por la victoria, este era el momento.

Pero el resto de circunstancias no acompañaron al español. Ni siquiera las vibraciones que Seb tenía en su coche podían impedir que se escapase a 3-4 décimas por vuelta. Poco antes de la vuelta 20, la diferencia ya estaba en unos confortables 6 segundos. Y sólo al final del stint el Ferrari pudo recortar unas décimas a Seb, bajando hasta menos de 5.0. Red Bull eligió este instante para hacer parar sus dos coches. Con una ventaja suficiente de Seb con Mark, la estrategia salió a la perfección, con dos pit stops en unos 2.5 segundos. Eso dejaba a Ferrari contra las cuerdas: Alonso no podría seguir limando tiempo, y Massa veía muy reducidas sus opciones de podio.

Ferrari trató de evitar lo inevitable parando en el giro siguiente a Felipe, pero Mark ganó la posición. Con Fernando, trataron de aprovechar unos neumáticos medios todavía con bastante buen aspecto para, si era posible, tratar de atacar al final. Eso le hizo dar 3 vueltas extra que Webber aprovechó para recortar las diferencias a apenas un segundo. Desde luego, la estrategia parecía bastante marginal y les convirtió en muy vulnerables frente a Webber.

Sin embargo, Mark estuvo todo el stint final detrás de Fernando, incapaz de acercarse a menos de 3 décimas, con un DRS y una séptima no del todo eficaces. De todas formas nunca dio la sensación de que el adelantamiento fuera inminente, pero en Lesmo y en la Parabolica, es decir, antes de las zonas de DRS, perdía un tiempo precioso. Alonso apenas tuvo que frenar por el centro de la pista en un par de ocasiones. Por arriba, Vettel había extendido su liderato a 10 segundos, y por detrás, Hülkenberg mantenía una soberbia 5ª plaza y Hamilton y Räikkönen tenían un duro día en la oficina. El inglés perdió la comunicación por radio y tuvo que parar con un pinchazo lento muy pronto, condenándole a hacer 2 paradas. Kimi, por su parte, entró en la primera vuelta a subsanar un alerón roto en el toque con Pérez, y le tocó remontar desde atrás.

A diferencia de Bélgica hace 2 semanas, en esta ocasión la lucha por el podio tuvo un poco más de emoción, y por detrás hubo algunas buenas luchas, pero en definitiva la carrera volvió a ser predecible. La fiabilidad no fue un problema grave, pero ambos Red Bull tuvieron que conservar la caja de cambios en la 2ª mitad de carrera. Ni siquiera el cielo, que antes de la carrera descargó unas cuantas gotas y obligó a los pilotos a probar los intermedios en la vuelta de preparrilla, quiso intervenir. El emocionante rush final de Hamilton y Räikkönen con los McLaren fue la última dosis de espectáculo de un GP anodino.

Una hora y dieciocho minutos después de meter el blocaje de su vida en la curva 1, Sebastian Vettel se dirigió a la recta de meta, deceleró y saludó. Sexta victoria del alemán. Iguala a Fernando en número de victorias. 32, con apenas 26 años. Y todo apunta a que la cuenta seguirá creciendo en las próximas carreras. Si no ha empezado, es hora de que Vettel vaya haciendo sitio para un nuevo trofeo de pilotos, porque desde luego las piezas cada vez encajan mejor.



 RESULTADOS DE LA CARRERA

S VETTEL (RED BULL) 1:18:33.352

2º F Alonso (Ferrari) +5.4

3º M Webber (Red Bull) +6.3
4º F Massa (Ferrari) +9.3

5º N Hülkenberg (Sauber) +10.3
6º N Rosberg (Mercedes) +10.9
7º D Ricciardo (Toro Rosso) +32.3
8º R Grosjean (Lotus) +33.1
9º L Hamilton (Mercedes) +33.5
10º J Button (McLaren) +38.3 
11º K Räikkönen (Lotus) +39.6
12º S Pérez (McLaren) +39.7
13º E Gutiérrez (Sauber) +40.8
14º P Maldonado (Williams) +49.0
15º V Bottas (Williams) +56.8
16º A Sutil (Force India) Frenos / 1 vuelta
17º C Pic (Caterham) 1 vuelta
18º G van der Garde (Caterham) 1 vuelta
19º J Bianchi (Marussia) 1 vuelta
20º M Chilton (Marussia) 1 vuelta

R J Vergne (Toro Rosso) Transmisión / Vuelta 15
R P di Resta (Force India) Accidente / Vuelta 1


Vuelta rápida: L Hamilton. 1:25.849. Vuelta 51.


CAMPEONATO DE PILOTOS 
CAMPEONATO DE CONSTRUCTORES

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